viernes, 2 de septiembre de 2011

EDITORIAL

La comunicación ha sido ampliamente estudiada y debatida por disciplinas como la psicología, sociología, lingüística, antropología y el periodismo, entre otras y puede darse a nivel verbal o no verbal; individuos o grupos, organizaciones, virtual, en las telecomunicaciones, entre otras.
Hay diversas definiciones de comunicación pero, para que exista, cuando menos necesita dos elementos: el emisor y receptor, que compartan información (retroalimentación).
Hay una gama de formas de comunicación animal pero no se trata de una verdadera comunicación, en sentido estricto, semiótico, la comunicación es creación humana y tiene propias maneras de significar.
Kenneth Boulding nos muestra cómo el fenómeno de la “información”, que no es lo mismo que el concepto de comunicación, no está confinado al mundo de lo humano sino que actúa en todos los niveles de organización: mecanismos de relojería, de los mecanismos homeostáticos, biológicos, botánico, zoológico, humano y organización social.
Por lo que se refiere a la comunicación no verbal es sin palabras, mediante indicios, signos y señales. Los mensajes pueden ser comunicados a través de gestos, lenguaje corporal o postura, expresión facial y el contacto visual. Por medio de objetos tales como ropa, peinados o incluso la arquitectura; o símbolos y la infografía (representación más visual que la propia de los textos).
Podemos decir que siendo animales, tenemos una parte similar a otros, en especial los primates, en que  se observa que las posturas de dominio y sumisión, y los encuentros cara a cara entre seres humanos, son similares, para establecer y mantener jerarquías.
Paul Ekman ha analizado hasta quince gestos de emociones en el rostro que pueden entenderse universalmente en las más diferentes culturas.
Recordemos que el lenguaje del cuerpo se ha utilizado en determinados escenarios, sean cotidianos, laborales o sociales, intencionalmente, es decir, producto de un aprendizaje.
En cuanto al lenguaje visual, gracias a señas, gestos y miradas, permiten al receptor saber lo que significan, pero los códigos más complejos sólo pueden ser aprendidos y el significado requiere el análisis.
En particular la mirada humana, a través de los ojos, tienen un papel determinante en el proceso comunicativo, por ejemplo: mantener la mirada fijamente puede provocar inquietud y nerviosismo. También sirve para interactuar y marcar los turnos de palabra y asentimos con la mirada, haciendo ver que prestamos atención.
Existen otros tipos de mirada: burlona, de sorpresa, mirada desafiante, etc. La podemos utilizar para saber qué piensa o cómo se comporta la persona: insegura o nerviosa es incapaz de mantener la mirada fija.
Al hablar temas personales disminuye (o incluso llega a perderse) el contacto visual, y cuando nos sentimos objeto de elogio sucede lo contrario.
Por otro lado, hay varios modelos estudiados por diversas disciplinas científicas, uno de ellos es el modelo físico, que trata de las telecomunicaciones, que fue la base para la comunicación de otro tipo.
El esquema famoso de Shannon y Weaver, “Teoría Matemática de la Comunicación”, y el de la “Comunicación humana de masas”, de Westley McLean, se debe el conocido esquema lineal de la comunicación, en el que se define la secuencia fuente, transmisor, canal, ruido, receptor y destino.
Weaver define tres planos o niveles: técnico (capacidad y precisión), semántico (significado e interpretación) y pragmático (efecto, de la efectividad de la comunicación).
Shannon, demuestra que todas las fuentes de información (telégrafo eléctrico, teléfono, radio, la gente que habla, las cámaras de televisión, etc.) se pueden medir y sienta las bases para la corrección de errores, supresión de ruidos y redundancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario